Día 10 – Seguimos en San Ignacio

Paty me hubiera matado hoy. Pensándolo bien, también ayer. Y antier.

Siempre ha dicho que le da miedo la motocicleta. (Y yo estoy obsesionado con las motos desde siempre) y antes de este viaje, llegamos a considerar viajarlo juntos.

Al final sólo nos alcanzará dentro de 4 días en Bacalar y luego en Mahahual.

Pero regresando a hoy. Me hubiera matado porque hoy fue un día bien complicado de manejo y la hubiera hecho sufrir mucho.

Hoy subimos y bajamos por caminos que pensamos que no los lográbamos. Muy técnicos y complicados. Hoy se me cayó la moto, la raspé de un lado, yo me caí, luego metí media moto en el lodo y se atascó completamente, me lastimé el brazo, y terminamos haciendo como 90 kilómetros de pura terracería y mucho lodo. Muchas horas. Vean las fotos.

Los zapatos y jeans completamente llenos de lodo. Las motos están completamente llenas de lodo y han sufrido. Pero siguen aguantando.

Pero al final creo que Charly y yo ya nos estamos haciendo expertos en off-roading. Aunque terminamos muy cansados.

Hoy nos paró una señora en la carretera, nos contó que su abuela tuvo una Royal Enfield y ella la heredó y nos dijo: Son ‘bullet-proof’.

Fuimos por la mañana a Barton Creek, a una cueva donde entras en canoas y donde se supone que los mayas hacían ceremonias. Estuvo muy bien.

Luego a unas cascadas que se llaman ‘One Thousand Foot Falls’, luego a tomar una cerveza en un hotel que se llama Pine Ridge que encontramos en el camino, y luego a ‘Blancanoux’, el hotel de Francis Ford Coppola, sólo a conocerlo. Lejísimos. Y hasta con pista privada de aterrizaje.

Al final el camino de regreso se hizo eterno y bajamos lo más rápido que pudimos.

Belice sigue superando lo que esperábamos.

Aunque es un poco desconcertante que todos los puntos de atracción, incluyendo ruinas arqueológicas y cuevas tienen dueños, y todos son extranjeros. Así que por ejemplo, hoy pagamos $65 USD a Mike por entrar a la cueva de Barton’s Creek.

O las ruinas están dentro de los hoteles. Es raro.

Mañana volvemos a cargar las motos y nos vamos a Belmopan. Y pasado mañana a Caye Caulker, en el Caribe.

– Tavo

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