La aventura comienza con los ya conocidos campanázos del sacerdote rock star de Tequisquiapan. A las seis de la mañana del sábado Fraile Jaime David de los Guetta nos deleitaba con mix medley de Los Beatles timbrando sus doce campanas temas como “Love Me Do” “Yo soy el Walrus” y “PennyLane.” Justo por eso la noche anterior no nos habíamos preocupado por poner el despertador.
Equipamos la moto y navegamos las hermosas calles de Tequisquiapan para cruzar todo el valle vínicola rumbo a un anticipado cruce por la Sierra Gorda. Nos paramos en el primer super grandecito que encontramos, queríamos quitarnos de ese pendiente teniendo la idea que en Puente de Dios no habría mucho para cocinar.
La idea era parar a desayunar en el Pueblo Mágico de Cadereyta; estaba de camino, nunca habíamos ido y tenia ganas de visitar. Pero creo que entramos y salimos de este pueblo sin darnos cuenta. Super chafa porque tanto Mich como yo nos íbamos fijando y tampoco ibamos muy rápido. Un día habrá que regresar porque estoy seguro que si existe y por las fotos se ve bien… a de ser muy pequeño.
La Sierra Gorda venía con grandes expectativas. La mitad de mis amigos con los que hable, incluso mis padres me asustaron – la carretera con curvas muy cerradas, peligroso, años en cruzar, lo peor. La otra mitad hablaba maravillas de sus vistas y vegetación – casi ni notas las curvas porque no sabes ni a donde ver.
Quizás fue el día nublado, lluvioso, frío y que no íbamos muy rápido pero no me pareció ni tan peligroso, ni tantas curvas pero tampoco me impresiono mucho la vegetación. Esperaba algo de la talla de la región al rededor de la presa Tlaxcala rumbo a Tuxpan o Chiapas o Oaxaca. Si hay mucha vegetación pero en ningún momento enormes valles o vistas que te quitan el aliento.
Puente de Dios
Resulta que en San Luis Potosí hay por lo menos dos localidades llamadas Puente de Dios. Llegue a la conclusión, después, que un “Puente de Dios” es tal lugar en donde el cause del río (sean estos estacionales, transitorios, alóctonos, rectilíneos, subterraneos o meandrifomes) a través de milenia (o seis días dependiendo) perfora una montaña o cerro de tal modo que la montaña es el puente y el río pasa por debajo. Esto es un “Puente de Dios”. Por lo que leí ambos Puentes de Dios estaban impresionantes y habría que visitarlos. Esto es verdad.
Puente de Dios “I” sin embargo esta en una salida poco señalada en medio de una curva ciega tipo “pera” de 180 grados. Si vienes de aquí para allá, tienes que cruzar la carretera en media curva resandole a diosito que no venga nadie de allá para acá. Esto se resalto más aún más pues el asfalto estaba mojado y todo parecía súper resbaloso. En adición tienes que ir con un ojo pegado al GPS pues como antes mencionado, esta poco señalado y no es una carretera muy gloriosa a la que te estas incorporando; de hecho es un camino de terrazería que no inspira mucha confianza.
El camino de terrazería baja entre campos y casitas. No hay ninguna señal que indique que al final de este camino habrá un Puente de Dios ú otro destino de interés turístico para el transeúnte visitante. Tienes que tener plena confianza en que Google Maps dijo que estaba ahí y ahí estará; y todos sabemos que fiable es Google Maps para este tipo de cosas.
Milagrosamente, Google Maps estaba en el acierto y al final de un recorrido de media hora en total incertidumbre llegamos al Campamento Peña La Gloria (también señalado en Google Maps).
Campamento Peña La Gloria
Campamento Peña La Gloria es el primer campamento, más abajo hay otros incluso un hotelito (no es gran cosa, pero hay cosas). El Campamento es el mejor del lugar y se los recomiendo ampliamente. Desde el camino hay una rampa de unos 50 metros para bajar a nivel del río y donde se encuentran las cabañas, mesas y zona de acampar. Juan, el encargado recomendó bajara la moto. Sin darle ninguna señal de flaquear y de no tener un 100% dominio de una moto de 500 kilos, le dije que si, sin problema. Y pues si, baje la moto como si fuera cualquier cosa. Todo el resto del día, la noche, mis sueños, desayuno del día siguiente, estaría atemorizado por pensamientos de como diablos iba a subir la moto por ese mismo caminito. Pero eso nadie lo supo.
Encontramos un buen lugar para montar la casa y marcamos territorio. Verás que cuando llegas al campamento te atacaran una media docena de niños ofreciendo ayuda y servicios de leña. Hazlo por ayudarlos o darles una propina, son buena onda, pero la verdad, la leña la puedes conseguir tu de las mismas ramas rotas y caídas al rededor de la casa (que es lo que ellos hacen).
Al no haber encontrado Cadereyta del Monte, reconocido Pueblo Mágico, y a pesar de pasar por el centro del pueblo según la carretera que íbamos siguiendo, nos moríamos del hambre.
Dejamos todo en su lugar y fuimos a comer y explorar.
En Puente de Dios no hay mucho en selección gastrónomica (ú hotelera). Sin embargo lo poco que hay es bueno y barato. Desayunamos/comimos como dioses unas buenisimas quesadillas con una mega michelada. Ahora si – a Puente de Dios.
Puente de Dios es un recorrido.
No es un parque donde pagas la entrada al ejido de su selección y eres libre de explorar el area natural. Aquí pagas tu cuota y eres asignado un guía que permanecerá pegado a ti durante toda tu visita. A, y no puedes llevar chelas o hielera y cosas que puedan dejar basura. Tu guía asignado se asegurará de esto.
Odiabamos a ese guía. Se metia en todas las fotos y no explicaba nada útil. Porque! Porque! (Al final del recorrido cambiamos de opinión)
Puente de Dios es un lugar hermoso. No hay palabras y simplemente creo que tienes que ir. A mi me recordaba a Todoroki Valley (uno de esos secretos en medio de Tokyo). Un río entre montañas con amplia vegetación cascadas, puentecillos de madera.
Hay mil lugares para tomar la foto perfecta. Más tarde subes una escalera que conduce a un camino de madera que literal sale de una piedra caliza enorme, debajo el río. Como en otros lugares, algunos europeos que les parece que el agua no esta tan fría y pues ya vinieron hasta acá desde el viejo continente, y el costo, y pues se animaban a aventarse a las aguas heladas. Algún día que me haga viejito y tenga mis días contados y/o visite el viejo continente, si no por el costo, me atreveré a vivir mi vida al máximo de esta manera. Por ahora me limitaré a jugar con ella cruzando en moto carreteras húmedas en medio de vueltas ciegas para llegar a carreteras de terrazerías de dudoso destino.
Nuestra guía nos explicaba esto y aquello. Sigo pensando que en general, los guías en México deben estar mejor informados. Yo me moría de ganas de ir al baño después de dos litros de Michelada. Tantos arboles perfectos para hacer pis. Cualquier perro se moriría por hacer pis en uno de estos arboles. Pero como! Con Doña Guadalupe guiándonos tan de cerca! Termine por desabrocharme la agujeta, decirle a Mich que siguiera mas adelante con ella y me metí unos pasos dentro de la maleza. Nadie me vio.
Después de unos 40 minutos llegas al lugar donde la montaña hace un puente y agua pasa por debajo. Es realmente impresionante. Cae agua por todas partes, debajo el río te llega por las rodillas. Es posible cruzar al otro lado de la montaña pero tienes que meterte casi completito al agua – en temporada de lluvias dudo de sea posible.
Ya que no puedes hacer el picnic, o echarte unas chelas o en general hacer basura y dejarla ahí irresponsablemente, y tienes a tu guía viendote de reojo, terminamos por no quedarnos mucho tiempo.
Al salir del parque fuimos reconociendo que es uno de los lugares mejor cuidados que hemos visitado. No hay una sola lata de coca-cola en todo el trayecto, todo esta perfectamente mantenido y los guías se esfuerzan por mantener a los grupos un poco separados para sentir la tranquilidad del lugar. Los guías son amables y se esfuerzan por recoger cualquier imperfecto que ven en el camino. Es una buena idea y agradeces el esfuerzo. Lo comparas con lugares similares donde llegas a la cascada y es un balneario, lleno de puestos, gente con bolsas se papas, basureros a tope… Al final la idea de los guías no esta tan mal.
De regreso en el campamento