Reseña : The Orange Gallery

Belize es un lugar complicado para ir en fechas pico sin reservación. Es principalmente por el público, que viene con vacaciones súper bien planeadas sin ningún tour o noche a la elección o azar del destino. Eso y en general hay pocas cabañas en el Distrito de Cayo Belize. Así que si pueden hacer reservaciones, haganlas y si hacen reservaciones, hay lugares mucho más bonitos por un precio similar en los alrededores de este lugar.

Nosotros queríamos evitar quedarnos en San Ignacio, que en general no es un pueblito bonito o inspira la confianza que inspira quedarse en el campo. The Orange Gallery es de los hoteles mejor o más anunciados en la carretera; grandes espectaculares pintados de naranja. Parece ser que The Orange Gallery Gift Shop es el lugar en Cayo para procurarle a la familia y queridos en casa esas playeras de Belize, adornos de madera, y objetos hechos a mano. Todos los operadores de Tours parecían hacer paradas en este lugar pensando en los familiares y los seres queridos de su clientela.

El Hotel cuenta con un restaurante bastante grande, es lo primero que vez al entrar. Por los mismos azares del destino cenamos ambas noches en este lugar y debo decir que esta buenísimo. Precios razonables y porciones enormes. La hamburguesa doble con queso y tocino de la primera noche es de las más grandes que he degustado en mi vida. Y el burrito de pollo de la segunda noche estaba delicioso. Como todo otro lugar en Belice la cerveza es Belikin y las opciones son Clara, Stout o Chocolate.

Los cuartos cumplen. No tienen nada en especial que dirías que estas en un lugar especial. Están limpios, los colchones cómodos, sabanas están bien, agua caliente y ventilador. El único extra es la caja fuerte que a mi en lo particular me da desconfianza.

El lugar cuenta con estacionamiento detrás de una reja la cual una señal advierte a posibles maleantes “beware of the dog” aunque yo no vi ningún perro… Ni tampoco posibles maleantes.

El dueño de este hotel es súper amable. Como los otros que nos quedamos hasta la fecha, es de origen americano y lleva en Belize la mayor parte de su vida. Sin embargo a diferencia de otros hoteles, los dueños de The Orange no parecen intervenir en el día a día dejando al personal encargarse de los huéspedes. Tienen una mesa reservada para ellos en el restaurante que tiene más salsitas y botellas de condimentos que las demás. El dueño salio a charlar con nosotros mientras nos preparábamos para partir. Buenísima onda y súper relajado nos contó la historia motociclistica de su vida. Desde una Indian hasta su favorita, una Kawazaki GPZ 750turbo. La moto fue edición especial y la descontinuaron después de sus primeros años; evidentemente ponerle turbo a una moto es algo peligroso.